domingo, 26 de abril de 2009

Desarrollo del Niño

El desarrollo infantil en los primeros años se caracteriza por la progresiva adquisición de funciones tan importantes como el control postural, la autonomía de desplazamiento, la comunicación, el lenguaje verbal, y la interacción social. Esta evolución está estrechamente ligada al proceso de maduración del sistema nervioso, ya iniciado en la vida intrauterina ya la organización emocional y mental. Requiere una estructura genética adecuada y la satisfacción de los requerimientos básicos para el ser humano a nivel biológico ya nivel psicoafectivo.


El desarrollo infantil es fruto de la interacción entre factores genéticos y factores ambientales:

- La base genética, específica de cada persona, establece unas capacidades propias de desarrollo y hasta el momento no nos es posible modificarla.
- Los factores ambientales van a modular o incluso a determinar la posibilidad de expresión o de latencia de algunas de las características gen éticas. Estos factores son de orden biológico y de orden psicológico y social.



CONCEPTO


El desarrollo es el proceso dinámico de interacción entre el organismo y el medio que da como resultado la maduración orgánica y funcional del sistema nervioso, el desarrollo de funciones psíquicas y la estructuración de la personalidad.


Palabras claves: crecimiento, desarrollo, niño, patrones de salud.



Esta guía tiene como objetivo tener presente los límites normales del crecimiento y desarrollo del niño sano, y que permiten identificar en forma temprana los problemas, y con ello poder actuar rápidamente.

El primer examen se efectúa en el momento del nacimiento, y permite identificar anormalidades y defectos congénitos, permeabilidad de orificios, integridad del paladar y una gran variedad de defectos leves e importantes.

La evaluación del recién nacido se basa en el score de Apgar y posteriormente en el examen neurológico.


A las 2-4 semanas el niño debe ser capaz de:
· Levantar momentáneamente la cabeza cuando está en decúbito prono (acostado boca abajo).
· Fijar la mirada en una cosa u objeto y seguir su movimiento.




A los 2 meses de vida el niño debe ser capaz de:
· Mantener su cabeza erecta sólo momentáneamente cuando es puesto de pie. Se mantiene
fija a los 3 meses.
· Tomar un sonajero cuando es puesto en su mano.
· Sostener un sonajero transitoriamente.
· Mostrar una sonrisa social.
· Vocalizar recíprocamente.
· Comenzar a distinguir a los padres de otras personas, y responder más a ellos.
· Reaccionar a ruidos fuertes.


A los 4 meses el niño debe ser capaz de:
· Mantener su cabeza firme al ponerlo en decúbito prono se sostiene sobre sus manos.
· Mantener su cabeza firme cuando es puesto en posición vertical.
· Darse vuelta de posición prona a supina.
· Mantener sus manos en la línea media.
· Jugar con sus manos.
· Mirar un móvil y agitar sus brazos.
· Sostener en sus manos un sonajero.
· Seguir los objetos y a sus padres con la mirada en un radio de 180 °.
· Sonreír, carcajear y gorjear (hacer trinos con la voz).
· Iniciar contacto social con la sonrisa o vocalizaciones. Enojarse o llorar cuando los padres se alejan.
· Reconocer cuando le están preparando sus alimentos y ser capaz de esperar un corto tiempo.

A los 6 meses el niño debe ser capaz de:
· Voltear su cuerpo.
· Mantener firme su cabeza cuando se lo moviliza o sienta. Comienza a aparecer el "reflejo del paracaidista ".
· Sentarse con apoyo.
· Sostenerse sobre sus pies momentáneamente, si es ayudado.
· Puede alcanzar o sostener objetos. Al final de los 6 meses es capaz de transferir objetos de una mano a otra.
· Capaz de sostener la mamadera cuando se alimenta.
· Aproximar objetos hacia él con movimientos de rastrillo.
· Jugar con sus pies.
· Reaccionar a ruidos que se originan fuera de su habitación, y cambia de actividad.
· Mostrar los primeros signos de ansiedad frente a personas extrañas, que manifiesta en gestos de su cara y cuerpo. Es capaz de distinguir las palabras cariñosas de los regaños.
· Sonreír, cantar y tomar iniciativa en la interacción con los demás; imitar sonidos tales como la tos, carraspeo, etc.; puede jugar y hacer ruidos mientras está solo o acompañado.
· Enojarse cuando le quitan un juguete.

A los 9 meses de vida debe ser capaz de:
· Sentarse correctamente.
· Gatear, arrastrarse sobre sus manos o sobre su trasero.
· Tender a pararse.
· Hurguetear con el dedo índice.
· Lanzar dos juguetes juntos.
· Poder alimentarse parcialmente con la mano.
· Tener una o dos vocalizaciones con significado, imitar y mostrar balbuceo con monosílabos (y posiblemente con polisílabos).
· Responder a su propio nombre y a preguntas tales como:"¿Dónde está mamá?"o respecto de algún objeto familiar. Entender algunas palabras no-no, chao-chao.
· Poder decir da-do o mamá de una manera no específica.
· Disfrutar de los juegos con los adultos.
· Reaccionar frente a los extraños con seriedad, ansiedad, incluso temor.
· Demostrar sus emociones a través de las expresiones faciales.
· Imitar gestos simples.
· En la mayoría de los casos tiene el concepto de permanencia de los objetos; recupera un objeto escondido debajo de un paño.

A los 12 meses debe ser capaz de:
· Tender a pararse.
· Poder dar algunos pasos solo.
· Mostrar el uso de la función de pinza en forma precisa.
· Lanzar dos cubos juntos.
· Poner un objeto dentro de otro.
· Poder decir o hacer una o tres palabras o sonidos con significado, y además usar la palabra mamá o papá adecuadamente; imitar vocalizaciones.
· Poseer el concepto de permanencia de los objetos; buscar un objeto escondido o que se ha caído.
· Ayudar a vestirse y a alimentarse. Poder usar una tasa.

A los 15 meses el niño debe ser capaz de:
Caminar solo, caminar hacia atrás, agacharse, explorar.
Subir escaleras.
Construir una torre de 12 cubos e introducir una objeto pequeño dentro de una botella.
Beber de una taza, usar sus manos para alimentarse.
Tener un vocabulario de 3 a 6 palabras, usar un lenguaje de jerga y gestos (si a los 18 meses no es capaz de pronunciar una palabra reconocible, debe ser llevado para que se realice una evaluación fonoaudiológica).
Reconocer y señalar una o dos partes de su cuerpo cuando se le pide.
Mostrar sus zapatos, cuando se le pide que lo haga.
Entender órdenes simples, por ejemplo: no, dame, ven acá, cuando se le pide.
Disfrutar con las figuras de los libros de cuentos, y entretenerse cuando se le narra una historia.
Reconocerse en un espejo.
Encontrar un objeto que está fuera de su habitación cuando se le solicita.
Disfrutar mucho al tirar y recibir una pelota.
Sacarse una prenda de vestir y ponerse un sombrero.
Dar y recibir un juguete.
Dar abrazos y caricias.

A los 18 meses el niño debe ser capaz de:
Caminar con seguridad.
Correr, subir escaleras sostenido de una mano, caminar hacia atrás, sentarse en una silla pequeña; subirse a una silla para adultos, patear una pelota.
Juntar 3 o 4 cubos; poner un anillo sobre un cono, desarmarlo y armarlo de nuevo.
Puede hojear un libro o una revista.
Tener un vocabulario de 4 a 10 palabras, construir frases de 2 palabras; entender y seguir indicaciones simples, expresar dos o más deseos; su capacidad para imitar el vocabulario es mucho mayor que su vocabulario espontáneo.
Tirar un juguete.
Lanzar una pelota.
Alimentarse por sí solo, usar una cuchara adecuada, sostenerse y beber de un jarro.
Mirar las figuras de un libro e identificarlas.
Imitar un bosquejo sobre papel.
Sacar una pastilla de una botella sin previa demostración.
Encariñarse con un muñeco o un osito de peluche.
Fruncir los labios y besar en la mejilla.

A los 2 años de edad el niño debe ser capaz de:
Subir y bajar solo las escaleras.
Saltar con ambos pies juntos, sostenerse sobre un solo pie momentáneamente, correr con soltura.
Abrir puertas.
Subirse a los muebles.
Alinear 3 a 5 cubos, después de una demostración.
Usar con soltura una cuchara y una taza.
Poseer un vocabulario de 50 o más palabras y puede construir frases con pronombres como yo, tú, mi.
Referirse a sí mismo por su nombre (si el lenguaje no es comprensible por los padres o está retrasado debe realizarse una evaluación fonoaudiológica).
Patear una pelota.
Hacer frecuentemente preguntas. Es la edad del ¿por qué?
Hacer trazos horizontales o circulares con un lápiz.
Iniciar el control de la micción y defecación.
Disfruta con la imitación de actividades domésticas o trabajos del adulto.
Cooperar en vestirse, lavarse y secarse las manos.
Usar adecuadamente sus juguetes.

A los 3 años de edad el niño debe ser capaz de:
Saltar en el mismo lugar, patear una pelota, balancearse y mantenerse firmemente en un pie.
Conducir un triciclo.
Subir escaleras con pasos alternados.
Abrir puertas.
Construir una torre de 9 cubos.
Imitar un puente con tres cubos.
Su lenguaje es 50% entendible (el niño con dificultades para construir frases o cuyo lenguaje es ininteligible debe ser referido para una evaluación fonoaudiológica).
Decir su nombre completo, saber su edad y su sexo. Contar hasta 3.
Comprender lo que es tener frío, estar cansado, estar hambriento; entender las preposiciones sobre de y bajo de; distinguir entre más grande y más chico. Usar tijeras, llave y lápiz.
Copiar un círculo, imitar una cruz y comenzar a reconocer los colores.
Describir la acción que se muestra en un recuadro de un libro de cuentos.
Ponerse algunas prendas de vestir.
Alimentarse solo.
Lavarse y secarse sus manos solo.
Cabe señalar que éstas actividades que serían indicadores de lo que debiera hacer el niño(a) en esos rangos de edad, no siempre se van a observar de un niño(a) a otro(a), puesto que el grado de maduración de los mismos(as) también va a depender de su estado de salud y alimentación, pues es lo que incide directamente en el crecimiento físico, fisiológico, psicológico y social de ellos(as). Lo recomendable al usar estos parámetros es solo para verificar qué es lo que hace nuestro(a) niño(a) y qué estamos haciendo para beneficiar su desarrollo integral.
Editó: Jassiel González López, S. M.017 Huauchinango "B"

La Formación Permanente de la Cadena Operativa

Fase de Formación

El Programa de Educación Inicial no Escolarizada, tiene como prioridad en su operatividad a nivel nacional, brindar formación a todos y cada uno de los miembros de la cadena operativa. La intención es permitir un proceso de desarrollo de competencias en cada figura operativa con la finalidad de ofrecer un mejor servicio a las familias beneficiadas con el Programa en cada comunidad de atención.

Para el Programa, la Formación es un proceso integral que de manera permanente y gradual, promueve el desarrollo de competencias y el logro de aprendizajes significativos para los agentes educativos.



Es Integral, porque involucra aspectos tanto de desarrollo personal como para el desempeño social y teórico metodológico.

Es Permanente, porque no solo se da en los eventos de formación sino porque se promueve y se fortalece en aspectos de la vida cotidiana y al realizar el trabajo mismo, además de que impulsa la autoformación, entendida ésta como la acción en la cuál los participantes identifican sus fortalezas y áreas de oportunidad y planean actividades para desarrollar y fortalecer alguna competencia, a través de planes de mejora.

Es Gradual, porque a través de la implementación del Programa y del proceso de formación se van identificando las competencias que se requiere fortalecer o desarrollar, a las cuales se les va dando respuesta de una manera organizada en tiempos y contenidos.

De forma general, esta fase se caracteriza por brindar ona formación de forma horizontal y heterogénea de los agentes educativos, esto implica una relación de confianza y de aprendizaje mutuo, ello permite el fortalecimiento y desarrollo de competencias y el logro de aprendizajes significativos de todos los agentes educativos, partiendo claro, en todo momento, de los saberes previos de los participantes, respetando sus estilos de aprendizaje. A la larga, esta confianza permea la posibilidad de llevar a cabo redes de apoyo para facilitar la atención del Programa y del desarrollo de dichas competencias en los agentes.

Por otro lado, esta fase cuenta con una estrategia de seguimiento y evaluación permanente para los eventos de formación, que en ellos, se posibilitan estilos de liderazgo democráticos en los que se destacan la asesoría y el acompañamiento como estartegias de formación. Esta etapa atiende necesidades formativas de los diversos agentes educativos, así como de los niños de cero a cuatro años y por lo tanto, promueve la implementación de acciones que estimulan el desarrollo de los niños, al convertir las actividades cotidianas en experiencias formativas que estimulen sus competencias.

Estas características de la formación diferencian de la capacitación porque en tanto esta última privilegia las competencias teórico-metodológicas, además de ese ámbito, considera la promoción de competencias personales y sociales, con lo cual considera y aborda al ser humano en su totalidad.
Editó: Jassiel González López, S. M. 017 Huauchinango "B"

Enfoque del Programa

El Modelo del Programa de Educación Inicial no Escolarizada ha adoptado como pilar pedagógico el enfoque de trabajo por competencias.

Este enfoque se desprende de los aprendizajes que actualmente se consideran fundamentales en una educación que contribuye al pleno desarrollo social y humano : aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir.


CONCEPTO

En el Programa de Educación Inicial no Escolarizada se entiende por competencia: un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que se ponen en práctica dentro de un contexto social y cultural determinado, que permiten a las personas responder de manera eficiente a necesidades particulares de acción e interacción con el entorno natural y social que los rodea.

Las competencias son saberes que atraviesan toda nuestra vida y se demuestran en la resolución que hacemos de los problemas personales, familiares, sociales y laborales. No son una categoría que nos clasifique por igual a todos, sino que cada persona es competente de una manera particular, a partir de su experiencia, su cultura y su propio mecanismo de aprendizaje. Lo importante es reconocer que las competencias son conocimientos, habilidades, actitudes y valores que se ponen en acción conjuntamente.


El desarrollo de competencias en los niños de cero a cuatro años de edad permitirá que desde pequeños las conoscan y practiquen en el ámbito de las relaciones interpersonales, del lenguaje y la comunicación, así como en sus relaciones con el medio físico, de acuerdo con lo esperado según su edad. Para que esto sea posible, es necesario impactar primeramente en el desarrollo de las competencias de los adultos encargados al cuidado y educación de los niños, como agentes educativos y responsables de las prácticas de crianza hacia éstos, interactuando entre ámbos; el promotor educativo es el facilitador de este proceso.

Por lo tanto, también es necesario desarrollar las competencias de los promotores educativos, supervisores de módulo, coordinadores de zona, personal de las unidades coordinadoras estatales y de la dirección misma, ya que todos representamos el papel de agentes educativos del Programa.

Editó: Jassiel González López, S. M. 017 Huauchinango "B"