El desarrollo infantil en los primeros años se caracteriza por la progresiva adquisición de funciones tan importantes como el control postural, la autonomía de desplazamiento, la comunicación, el lenguaje verbal, y la interacción social. Esta evolución está estrechamente ligada al proceso de maduración del sistema nervioso, ya iniciado en la vida intrauterina ya la organización emocional y mental. Requiere una estructura genética adecuada y la satisfacción de los requerimientos básicos para el ser humano a nivel biológico ya nivel psicoafectivo.
El desarrollo infantil es fruto de la interacción entre factores genéticos y factores ambientales:
- La base genética, específica de cada persona, establece unas capacidades propias de desarrollo y hasta el momento no nos es posible modificarla.
- Los factores ambientales van a modular o incluso a determinar la posibilidad de expresión o de latencia de algunas de las características gen éticas. Estos factores son de orden biológico y de orden psicológico y social.
CONCEPTO
El desarrollo es el proceso dinámico de interacción entre el organismo y el medio que da como resultado la maduración orgánica y funcional del sistema nervioso, el desarrollo de funciones psíquicas y la estructuración de la personalidad.
Palabras claves: crecimiento, desarrollo, niño, patrones de salud.
Esta guía tiene como objetivo tener presente los límites normales del crecimiento y desarrollo del niño sano, y que permiten identificar en forma temprana los problemas, y con ello poder actuar rápidamente.
El primer examen se efectúa en el momento del nacimiento, y permite identificar anormalidades y defectos congénitos, permeabilidad de orificios, integridad del paladar y una gran variedad de defectos leves e importantes.
La evaluación del recién nacido se basa en el score de Apgar y posteriormente en el examen neurológico.
A las 2-4 semanas el niño debe ser capaz de:
· Levantar momentáneamente la cabeza cuando está en decúbito prono (acostado boca abajo).
· Fijar la mirada en una cosa u objeto y seguir su movimiento.
A los 2 meses de vida el niño debe ser capaz de:
· Mantener su cabeza erecta sólo momentáneamente cuando es puesto de pie. Se mantiene
fija a los 3 meses.
· Tomar un sonajero cuando es puesto en su mano.
· Sostener un sonajero transitoriamente.
· Mostrar una sonrisa social.
· Vocalizar recíprocamente.
· Comenzar a distinguir a los padres de otras personas, y responder más a ellos.
· Reaccionar a ruidos fuertes.
· Tomar un sonajero cuando es puesto en su mano.
· Sostener un sonajero transitoriamente.
· Mostrar una sonrisa social.
· Vocalizar recíprocamente.
· Comenzar a distinguir a los padres de otras personas, y responder más a ellos.
· Reaccionar a ruidos fuertes.
A los 4 meses el niño debe ser capaz de:
· Mantener su cabeza firme al ponerlo en decúbito prono se sostiene sobre sus manos.
· Mantener su cabeza firme cuando es puesto en posición vertical.
· Darse vuelta de posición prona a supina.
· Mantener sus manos en la línea media.
· Jugar con sus manos.
· Mirar un móvil y agitar sus brazos.
· Sostener en sus manos un sonajero.
· Seguir los objetos y a sus padres con la mirada en un radio de 180 °.
· Sonreír, carcajear y gorjear (hacer trinos con la voz).
· Iniciar contacto social con la sonrisa o vocalizaciones. Enojarse o llorar cuando los padres se alejan.
· Reconocer cuando le están preparando sus alimentos y ser capaz de esperar un corto tiempo.
A los 6 meses el niño debe ser capaz de:
· Voltear su cuerpo.
· Mantener firme su cabeza cuando se lo moviliza o sienta. Comienza a aparecer el "reflejo del paracaidista ".
· Sentarse con apoyo.
· Sostenerse sobre sus pies momentáneamente, si es ayudado.
· Puede alcanzar o sostener objetos. Al final de los 6 meses es capaz de transferir objetos de una mano a otra.
· Capaz de sostener la mamadera cuando se alimenta.
· Aproximar objetos hacia él con movimientos de rastrillo.
· Jugar con sus pies.
· Reaccionar a ruidos que se originan fuera de su habitación, y cambia de actividad.
· Mostrar los primeros signos de ansiedad frente a personas extrañas, que manifiesta en gestos de su cara y cuerpo. Es capaz de distinguir las palabras cariñosas de los regaños.
· Sonreír, cantar y tomar iniciativa en la interacción con los demás; imitar sonidos tales como la tos, carraspeo, etc.; puede jugar y hacer ruidos mientras está solo o acompañado.
· Enojarse cuando le quitan un juguete.
A los 9 meses de vida debe ser capaz de:
· Sentarse correctamente.
· Gatear, arrastrarse sobre sus manos o sobre su trasero.
· Tender a pararse.
· Hurguetear con el dedo índice.
· Lanzar dos juguetes juntos.
· Poder alimentarse parcialmente con la mano.
· Tener una o dos vocalizaciones con significado, imitar y mostrar balbuceo con monosílabos (y posiblemente con polisílabos).
· Responder a su propio nombre y a preguntas tales como:"¿Dónde está mamá?"o respecto de algún objeto familiar. Entender algunas palabras no-no, chao-chao.
· Poder decir da-do o mamá de una manera no específica.
· Disfrutar de los juegos con los adultos.
· Reaccionar frente a los extraños con seriedad, ansiedad, incluso temor.
· Demostrar sus emociones a través de las expresiones faciales.
· Imitar gestos simples.
· En la mayoría de los casos tiene el concepto de permanencia de los objetos; recupera un objeto escondido debajo de un paño.
A los 12 meses debe ser capaz de:
· Tender a pararse.
· Poder dar algunos pasos solo.
· Mostrar el uso de la función de pinza en forma precisa.
· Lanzar dos cubos juntos.
· Poner un objeto dentro de otro.
· Poder decir o hacer una o tres palabras o sonidos con significado, y además usar la palabra mamá o papá adecuadamente; imitar vocalizaciones.
· Poseer el concepto de permanencia de los objetos; buscar un objeto escondido o que se ha caído.
· Ayudar a vestirse y a alimentarse. Poder usar una tasa.
A los 15 meses el niño debe ser capaz de:
Caminar solo, caminar hacia atrás, agacharse, explorar.
Subir escaleras.
Construir una torre de 12 cubos e introducir una objeto pequeño dentro de una botella.
Beber de una taza, usar sus manos para alimentarse.
Tener un vocabulario de 3 a 6 palabras, usar un lenguaje de jerga y gestos (si a los 18 meses no es capaz de pronunciar una palabra reconocible, debe ser llevado para que se realice una evaluación fonoaudiológica).
Reconocer y señalar una o dos partes de su cuerpo cuando se le pide.
Mostrar sus zapatos, cuando se le pide que lo haga.
Entender órdenes simples, por ejemplo: no, dame, ven acá, cuando se le pide.
Disfrutar con las figuras de los libros de cuentos, y entretenerse cuando se le narra una historia.
Reconocerse en un espejo.
Encontrar un objeto que está fuera de su habitación cuando se le solicita.
Disfrutar mucho al tirar y recibir una pelota.
Sacarse una prenda de vestir y ponerse un sombrero.
Dar y recibir un juguete.
Dar abrazos y caricias.
A los 18 meses el niño debe ser capaz de:
Caminar con seguridad.
Correr, subir escaleras sostenido de una mano, caminar hacia atrás, sentarse en una silla pequeña; subirse a una silla para adultos, patear una pelota.
Juntar 3 o 4 cubos; poner un anillo sobre un cono, desarmarlo y armarlo de nuevo.
Puede hojear un libro o una revista.
Tener un vocabulario de 4 a 10 palabras, construir frases de 2 palabras; entender y seguir indicaciones simples, expresar dos o más deseos; su capacidad para imitar el vocabulario es mucho mayor que su vocabulario espontáneo.
Tirar un juguete.
Lanzar una pelota.
Alimentarse por sí solo, usar una cuchara adecuada, sostenerse y beber de un jarro.
Mirar las figuras de un libro e identificarlas.
Imitar un bosquejo sobre papel.
Sacar una pastilla de una botella sin previa demostración.
Encariñarse con un muñeco o un osito de peluche.
Fruncir los labios y besar en la mejilla.
A los 2 años de edad el niño debe ser capaz de:
Subir y bajar solo las escaleras.
Saltar con ambos pies juntos, sostenerse sobre un solo pie momentáneamente, correr con soltura.
Abrir puertas.
Subirse a los muebles.
Alinear 3 a 5 cubos, después de una demostración.
Usar con soltura una cuchara y una taza.
Poseer un vocabulario de 50 o más palabras y puede construir frases con pronombres como yo, tú, mi.
Referirse a sí mismo por su nombre (si el lenguaje no es comprensible por los padres o está retrasado debe realizarse una evaluación fonoaudiológica).
Patear una pelota.
Hacer frecuentemente preguntas. Es la edad del ¿por qué?
Hacer trazos horizontales o circulares con un lápiz.
Iniciar el control de la micción y defecación.
Disfruta con la imitación de actividades domésticas o trabajos del adulto.
Cooperar en vestirse, lavarse y secarse las manos.
Usar adecuadamente sus juguetes.
A los 3 años de edad el niño debe ser capaz de:
Saltar en el mismo lugar, patear una pelota, balancearse y mantenerse firmemente en un pie.
Conducir un triciclo.
Subir escaleras con pasos alternados.
Abrir puertas.
Construir una torre de 9 cubos.
Imitar un puente con tres cubos.
Su lenguaje es 50% entendible (el niño con dificultades para construir frases o cuyo lenguaje es ininteligible debe ser referido para una evaluación fonoaudiológica).
Decir su nombre completo, saber su edad y su sexo. Contar hasta 3.
Comprender lo que es tener frío, estar cansado, estar hambriento; entender las preposiciones sobre de y bajo de; distinguir entre más grande y más chico. Usar tijeras, llave y lápiz.
Copiar un círculo, imitar una cruz y comenzar a reconocer los colores.
Describir la acción que se muestra en un recuadro de un libro de cuentos.
Ponerse algunas prendas de vestir.
Alimentarse solo.
Lavarse y secarse sus manos solo.
Cabe señalar que éstas actividades que serían indicadores de lo que debiera hacer el niño(a) en esos rangos de edad, no siempre se van a observar de un niño(a) a otro(a), puesto que el grado de maduración de los mismos(as) también va a depender de su estado de salud y alimentación, pues es lo que incide directamente en el crecimiento físico, fisiológico, psicológico y social de ellos(as). Lo recomendable al usar estos parámetros es solo para verificar qué es lo que hace nuestro(a) niño(a) y qué estamos haciendo para beneficiar su desarrollo integral.
Editó: Jassiel González López, S. M.017 Huauchinango "B"